Durante la época del Adviento en casi todos los pueblos y ciudades de Alemania y Austria, podemos disfrutar muchísimo de los emblemáticos "Weihnachtsmarkt" o mercados de Navidad.
Yo he podido disfrutar de estos mercados tradicionales en Austria y Alemania y siempre me ha fascinado el ambiente, realmente vas a pasar un buen rato y disfrutar. Además de los encantadores puestos navideños plagados de artesanía de todo tipo, se pueden degustar las típicas comidas tradicionales y acompañarlo de un buen vino caliente, "Glüwein" que de seguro te calienta, si tu estómago te permite beberlo, y además puedes quedarte con la taza ya que va incluida en el precio de la bebida y resulta un bonito souvenir. (a mi volando con Ryanair me dieron problemas las múltiples tazas que me traje de los mercados navideños de Viena.. no me culpéis, hace frío y eran muy bonitas)
Madrid por supuesto cuenta también con su tradicional mercado navideño, y ahora va el pero...
El mercado se sitúa en la emblemática y céntrica Plaza Mayor con sus 104 casetas organizadas por la Asociación del Mercado Navideño de La Plaza Mayor.
Aquí podemos comprar figuras de Belén, juguetes, instrumentos musicales navideños, y artículos de broma, sobre todo esto último. Muchas pelucas, muchas pompetas para los niños, mucho personaje disfrazado, mucho ruido.. Y esto personalmente no me gusta, ese es el "pero".
No es que pretenda que seamos de carácter germánico y no disfrutemos a nuestra manera y con bullicio, no, no es eso. Pero un poco menos de peluca y un poco más de artesanía, menos pompetas y más castañeras, menos puestos de artículos de broma y más puestos de bebida y comida típica de aquí. En esto, nos queda mucho margen de mejora en mi opinión.
Y dicho esto, debo decir también para ser justos, que año a año el mercado navideño de la Plaza Mayor va mejorando y que este 2020 me ha sorprendido gratamente y espero que la tendencia continúe en las próximas navidades.
Este año el mercado de la plaza Mayor estaba bonito y bien organizado, vi menos artículos de broma y más figuras artesanales de Belén de todo tipo. (la calidad en las astesanías y los precios españoles, sin duda son un grandísimo reclamo para los turistas, -teniendo en cuenta que en Viena por ejemplo no compras una bola de árbol por menos de 25 euros-). Y sobre todo mi más grata sorpresa fue el mercado de la plaza de España, que como primera inauguración de la renacida plaza, contaba con una pequeña pista de hielo, numerosos puestecitos de artesanía y
¡¡La casetas dedicada a la venta de los archifamosos churros de San Ginés!! Por cierto que me los comí muy a gusto con su chocolatito caliente. Esto es lo que hay que promover, tenemos churros con chocolate, castañas asadas, bocata de calamares, vinos y cervezas de Madrid... ¡Pues eso!
Aquí dejo un fragmento de la película "La gran Familia", de 1962.
En la década de 1980, los toldos de los puestos fueron sustituidos por casetas, seguimos avanzando y como digo, hay margen de mejora.
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